Colombia y el mundo ya saben que existen Las Mercedes

www.elpais.com.coSi a un colombiano le preguntan dónde quedan Las Mercedes, seguro que va a decir que en el Chocó, “donde secuestraron al General”. Igual sucedió en el año 2002, cuando la masacre de Bojayá, un pueblo remoto del Chocó que ni el entonces presidente Andrés Pastrana sabía pronunciar (en una alocución se le oyó decir “Boyajá”).

Nuevamente, el conflicto armado pone en situación a los chocoanos. Teniendo como hilo conductor la retención del general Alzate y su impacto sobre las conversaciones de La Habana, las notas y las crónicas de prensa, no pueden evitar hablar de Las Mercedes y de sus “casas miserables”, de “madera”, de “techos de zinc”, “de manos callosas de campesinos”, de esas cosas que nunca le han importado a nuestros presidentes excepto en épocas electorales, ni a los medios de comunicación masivos, excepto como datos para darle un toque de “color” a la noticia.

No habíamos visto un despliegue así de prensa ni de tropas en el río Atrato desde los sucesos de Bojayá. Nuevamente trastocan con sus pirañas, helicópteros y cámaras de televisión la cotidianidad de la gente. Llega la “inversión nacional” a través de armas, municiones y uniformados. Nadie habla de los médicos y enfermeras que se necesitan, ni de los inexistentes centros de salud en los poblados, ni de la falta de escuelas y profesores, y hasta de alumnos, pues están desplazados, tampoco de que a los jóvenes se les sopesa como prospectos militares en bandos legales e ilegales, no como personas al servicio de la ciencia y la tecnología civil.

Es necesario que se acabe la guerra, pero no los diálogos. Para ello es importante que las FARC den muestras de paz. Pero el gobierno colombiano también. Y las muestras de paz son el cambio en las tácticas agresivas contra los chocoanos, contra los indígenas, afros y demás personas, por tácticas de escucha de las propuestas del movimiento social y etnicoterritorial. El Estado debe dar cumplimiento a las exigencias reivindicativas de los colombianos (muchas de ellas causas del conflicto armado) y que se expresan en el respeto y la realización de los derechos económicos, sociales y culturales. Es necesario en los diálogos tener en cuenta al colombiano de a pie y a habitantes de poblados como Las Mercedes: ¿O quiénes van a refrendar los posibles acuerdos?

Esperamos que esta situación de guerra lleve a la reflexión de los actores en conflicto que es hora de llegar a un acuerdo sobre cese bilateral del fuego.

OPINIÓN. JESÚS O DURÁN.

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