En medio del proceso de paz en Colombia, continúan los asesinatos selectivos en el norte del Cauca

No han pasado más de cuatro días de la violenta arremetida en la finca La Emperatriz por parte del ESMAD donde resultaron heridos varios comuneros indígenas que se encuentran en proceso de liberación de la madre tierra, seguidamente por este mismo canal de información dimos a conocer el crimen de una mujer Nasa en el resguardo de Canoas, hechos que no están aislados al contexto de muerte que se muestra disfrazado de paz. 

En esta ocasión nuevamente damos a conocer la triste noticia del asesinato de un comunero indígena de la vereda Loma Pelada del reguardo de Huellas Caloto; Se trata del comunero Jaime Poquiguegue de 37 años de edad. Los hechos ocurrieron el día 31 de mayo en horas de la tarde mientras departía con sus amigos en el corregimiento el Palo jurisdicción del Municipio de Caloto.
 
Este comunero indígena llevaba trabajando tres años en una finca en el municipio de Santander de Quilichao junto a su hija de 12 años y su niño de 6 añitos de edad, quienes se encontraban estudiando y de ahora en adelante estos niños quedan desprotegidos porque su padre era quien respondía por el bienestar de ellos y toda su familia. 
 
Según su madre informó al Tejido de Comunicación que su hijo era un muchacho trabajador y colaborador en su comunidad, que por la difícil situación que vivía en su territorio emigró al pueblo de Santander de Quilichao en busca de nuevas oportunidades económicas para la subsistencia de su familia.
 
Igualmente la madre víctima de la violencia comentó que: “en el corregimiento El Palo se han hecho varios eventos de derechos humanos y de paz, pero pese a este tipo de manifestaciones siguen asesinando a los comuneros. Como si fuera poco, el 3 de junio hay un evento en el corregimiento El Palo donde vienen unos parlamentarios a hablar de paz y eso nos duele porque en medio del discurso siguen pasando hechos violentos que causan duelos en muchas familias víctimas. Nosotros estamos muy dolidos por las cosas que pasan en este corregimiento, para las autoridades es como si no pasará nada”. 
 
“La paz de nosotros no debe ser así, la paz es ayudarlo al pueblo para seguir unidos en comunidad, por eso quiero decirle a los asesinos de mi hijo que dejen de generar violencia en el territorio, no todo tiene que solucionarse con las armas, más bien hay que dialogar para corregir los errores si los hay”, manifestó la madre de la víctima.
 
Es injusto que la guerra interna deje grandes duelos a niños, niñas, madres y padres que a diario lloran la muerte injusta de sus hijos, huérfanos que no sabemos cuál va ser su futuro. Much@s han caído en esta guerra que no nos pertenece, nos quieren colocar en un bando pero nosotros tenemos nuestra propia posición como comunidades indígenas y tenemos la guardia indígena que ha hecho el permanente control territorial. Repudiamos toda clase de violencia y llamamos a seguir defendiendo la vida y el territorio.
 
Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – Cauca – Colombia
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