Además desapareció otro líder de la comunidad. En la zona donde ocurrieron los hechos operan ELNy Clan Úsuga.
Organizaciones defensoras de derechos humanos del Chocó y la Defensoría del Pueblo, a través de su Sistema de Alertas Tempranas, reportaron el asesinato de un líder indígena y la desaparición de otro, durante este fin de semana.
El sábado fue encontrado el cadáver del líder indígena Ernelio Pacheco Tunay, presidente de la Organización Indígena del Chocó, en inmediaciones de la comunidad indígena de Bacal del municipio del Alto Baudó, luego de que fuera secuestrado por hombres que portaban armas largas, quienes lo bajaron de un bote cuando se desplazaba por el Río Nauca.
Además, el sábado por la tarde hombres armados se llevaron con rumbo desconocido al señor Miguel Becheche Zarco, presidente de la Asociación de Cabildos Indígenas del alto Baudo, quien se desplazaba en bote por el río Baudó y en el sitio La Playita, cerca de la comunidad de Puerto Martínez.
El homicidio de Pacheco y la desaparición de Miguel Becheche, suceden justo antes de cumplirse la iniciativa que se ha denominado ‘Baudoseando’, convocada por diferentes organizaciones sociales y étnicos territoriales, con el fin de brindar acompañamiento a las comunidades indígenas y afrocolombianas de la Subregión del Baudó y visibilizar ante las autoridades públicas la problemática de conflicto armado y derechos humanos en la región.
El escenario de riesgo para la población afrocolombiana e indígena asentada en la subregión del Baudó está relacionado con las acciones del Frente Resistencia Cimarrón del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de las Autodefensas Gaitanistas de Urabá o ‘Clan Úsuga’, que se disputan los espacios estratégicos para el control de los circuitos ilegales de narcotráfico, la siembra, procesamiento y la comercialización de la coca.
En el municipio de Alto Baudó se han presentado dos desplazamientos masivos causados por los enfrentamientos entre esto dos grupos armados: el primero el 11 de mayo de 2014 cuando fueron desplazadas 2.631 personas, unas 563 familias, pertenecientes a las comunidades indígenas Embera del Resguardo indígena Dubasa, Catrú y Ancoso.
El segundo desplazamiento masivo ocurrió el 13 de junio pasado en la parte alta de la cuenca del Baudó, desplazando a 457 personas, 85 familias, de siete comunidades, seis de ellas indígenas y una afro colombiana de la cuenca del río Cugucho.
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