Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en entrevista con el departamento de comunicaciones del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano se ha referido al proceso de reapertura de los templos católicos, a partir de la reciente resolución del Ministerio de Salud y Protección Social N° 1120 de 2020, “por medio la cual se adopta el protocolo de bioseguridad para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo del riesgo de la pandemia de coronavirus Covid 19 para el sector religioso”.
El prelado ha explicado que esta resolución “abre paso a lo previsto en el decreto 878 de la Presidencia de la República en el que ya se determina la reapertura de los centros de culto, para la iglesia católica de los templos, para las celebraciones con la participación física de los fieles”.
“La Iglesia Católica ya tiene preparados los lineamientos pastorales, es decir, todo lo que se refiere a conservar la bioseguridad en la celebración misma de los sacramentos y de los actos de piedad”, manifestó el obispo.
Aspectos generales de bioseguridad
Frente al protocolo, monseñor Álvarez señaló que los aspectos generales de bioseguridad son los mismos adoptados para todos los sectores, aplicados al retorno a los templos, especialmente lo referente a las normas para el ingreso, la desinfección de manos, de calzado, la asepsia del lugar, el control del distanciamiento físico, el aforo y disposiciones generales para la desinfección de todos los elementos que se utilizan en el culto de la Iglesia Católica.
Sobre la gradualidad del proceso explicó que el proceso de reapertura iniciará en los municipios no Covid y de baja afectación. “Como está previsto en el decreto 878, los alcaldes tienen que gestionar o coordinar con el Ministerio del Interior la reapertura de los templos. Ya en la Iglesia Católica venimos haciendo contacto con los alcaldes, mostrando las implementaciones que se han venido preparando, para que ellos puedan gestionar esta autorización”.
“Según la resolución que recibimos anoche se haría una prueba piloto de 15 días, ingresando a los lugares de culto un número de 50 personas, pasado este periodo se evaluará esa experiencia y según los resultados se podría dar paso a una segunda fase de ocupación del 35% de la capacidad total de los lugares, es lo que el Ministerio de Salud ha determinado”, agregó.
Finalmente, monseñor Elkin Álvarez se refirió a lo que significa en este momento de pandemia la apertura del sector religioso: “Hay muchas manifestaciones del anhelo de volver a las celebraciones litúrgicas (…) porque consideramos que el alimento de la fe en la gracia sacramental es una fuerza espiritual que necesitamos en este momento; expresar nuestra confianza en el amor de Dios y sentir la esperanza que Él nos brinda”.