Los chocoanos reclaman respeto y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en las movilizaciones del año pasado en el que es el segundo paro cívico en menos de un año
Los chocoanos vuelven a echarse a la calle y van…. Incontables las veces. Los paros cívicos se han convertido en su única arma contra la falta de respuesta del Gobierno. Esta madrugada del 10 de mayo ha dado comienzo otro paro indefinido y durante la mañana cientos de ciudadanos han salido a la calle en una marcha que arrancó en el Parque Manuel Mosquera y que se desarrolla por la Carrera Primera sin incidentes. Muchas banderas de El Chocó y consignas contra el Gobierno y la corrupción. El incumplimiento a los acuerdos alcanzados tras el paro del agosto del año pasado planean sobre esta protesta convocada por el Comité por la Salvación y Dignidad de Chocó que respaldan muchas instituciones educativas, bancarias o de transportes en el departamento. Solo de Cocomacia (organización que reúne a los consejo comunitarios) cerca de 900 personas desfilaban hoy por las calles. Yomery Mosquera, responsable de esta organización que aglutina a 8 municipios y 124 Consejo Comunitarios, reclamaba más apoyó para las zonas rureales.
Los comerciantes se han sumado al paro. En esta ocasión se ha acordado con los convocantes su participación y los comercios cerrarán durante el día de hoy y mañana, y abrirán el tercer, cuarto y quinto día de paro cívico. A partir de ahí se reevaluará la situación. Los problemas con el comercio y la utilización por parte de algunos sectores que aprovecharon para subir precios provocó serias tensiones durante el paro del año pasado. César Cardona, gerente de Cofimax, cree que es importante la participación y apoyo al paro.
Entre los manifestantes se encontraba la exsenadora Piedad Córdoba, cuya familia paterna es chocoana. En su opinión, la situación que atraviesa el Chocó es consecuencia del “racismo y la discriminación estructural” que sufre el departamento y la forma en que el Gobierno de Colombia “ha mirado al pueblo afrodescendiente en este país”.
Dilon Martínez, presidente del Comité, aseguraba esta mañana que la gente ha respondido al llamado y decía estar contento con la respuesta. Siete meses después, y tras varias mesas y encuentros con el Ejecutivo, el Comité asegura que únicamente se han cumplido el 5% de los acuerdos pactados tras la movilización de 2016. Por eso este año vuelven a reclamarse los mismos 10 puntos de entonces aunque haciéndose énfasis en la situación de las vías de comunicación, la salud, el respeto al territorio y los servicios públicos con el alto coste de la electricidad. Martínez pidió unidad y resaltó la importancia de crear conciencia entre los chocoanos. Al final de la marcha explicó la situación de las conversaciones con el Gobierno que ha intentado un acercamiento a última hora sin plantear los recursos suficientes.
En el mismo sentido, el concejal Yesimar Álvarez insistió en que “Colombia tiene una deuda histórica con cada uno de nosotros”. “No es posible que la única forma de que inviertan en el chocó sea a través de paros cívicos”, se lamentaba este chocoano. “Dignidad y respeto” eran otras de las palabras más escuchadas en la marcha de este miércoles, “que esta vez sí le cumplan al Chocó”. “Nos manifestaremos hasta que el país entienda al Chocó como un departamento biodiverso y digno y se acabe con la deuda histórica que tienen con nosotros”.
El Comité asegura que aún no se desembolsan los 720.000 millones de pesos para la terminación de las vías Medellín-Quibdó y Quibdó-Pereira y que de las 158 sedes educativas a las que se comprometió el Gobierno solo se han aprobado 28, piden más seguridad en el departamento -Riosucio lleva una semana de protestas por este motivo-, un mapa actualizado que reconozca definitivamente la titularidad sobre Belén de Bajirá y acceso al agua.
Los chocoanos también denuncian la corrupción y exigen que los órganos de control del Estado y “si se quiere la justicia internacional” pongan a buen recaudo “a todos los corruptos para que los recursos del pueblo no se queden en los entretejidos de las mafias estatales. Los chocoanos no aceptamos la corrupción en ninguna de sus formas”.
Las protestas ciudadanas traducidas en paros han sido la estrategia reivindicatoria más importante para los habitantes de departamento del Chocó durante muchos periodos, un camino para lograr derechos que el Gobierno de Bogotá promete y no cumple o concede a cuenta gotas. Los incumplimientos han sido la tónica general de los acuerdos surgidos de los anteriores paros, 1987, 1994, 2000 y 2009 y 2016, que ahondaron las carencias en educación, sanidad, empleo o infraestructuras que tiene el Chocó.
“Dure lo que dure, cueste lo que cueste. Si luchamos como chocoanos, esta lucha la ganamos”. Esta fue la frase de una jornada de protesta y reivindicación.
En la marcha estaban muchos sectores del Chocó. Luis José Mosquera, de la Asociación Zona Norte que aglutina 26 barrios y 33 Juntas de Acción Comunal, insistía en que es un “paro justo” porque es la población que la sufre las “fallas del Gobierno”. Gladys Rosa Mena es presidenta de la Federación Comunal del Chocó que reúne a 28 asociaciones de todo el departamento. “Si el Gobierno no se pellizca y nos respeta vamos a seguir hasta lo último, hasta que se comprometan de verdad”.
“A Juan Manuel Santos le dan el Nobel de la Paz, pero hay que decirle que paz es darle dignidad a la población”, concluía uno de los manifestantes. Benavides Córdoba Quinto, poeta de la selva nacido en La Loma de Bojayá, le dedicaba unos versos al Gobierno:
Mama Colombia porque me has abandonado / si mi vida entera a ti te he consagrado / Soy el pulmón del mundo por el cual respiramos / soy el mejor vividero / soy tu hijo El Chocó
Equipo Colombia Plural // Fotos: Melissa Jaimes