Personas de todos los estratos y condiciones se agolpaban a lado y lado de la vía para saludar y apoyar el colorido y vistoso desfile que se movilizaba en buses, camionetas, chivas, camiones y hasta motocicletas. La respuesta de los bogotanos y bogotanas, de otras regiones del país y a nivel internacional, se convirtió en el mejor aliciente para los miles de marchantes que no dejaban de entonar el himno de la Guardia Indígena Nacional y el Himno de la ONIC.
En el Día de la Resistencia – Pueblos Indígenas Victimas Milenarios.
· Más de 50 mil manifestantes respaldaron en Bogotá la postura.
El deseo, las ganas y un sentimiento generalizado se apoderaron de cada uno de los congresistas presentes en el Colegio Claretiano de Bosa a partir del mediodía del miércoles 12 de octubre. Los asistentes al IX Congreso Nacional de Pueblos Indígenas de la ONIC sentían por dentro la necesidad imperiosa de salir a gritarle a Colombia y el mundo que “Los Pueblos Indígenas Queremos la Paz”.
El escenario de la máxima instancia de decisión de las organizaciones que convergen en la ONIC parecía un hormiguero al punto de las 12 del día. Hombres, mujeres, niños, ancianos, mayores, guardias, autoridades y demás corrían de un lado a otro buscando un medio de transporte para llegar al sitio establecido como punto de encuentro de la gran movilización.
recorrido hasta la Universidad Nacional se convirtió en un colorido desfile que despertaba la atención de los bogotanos, quienes saludaban y lanzaban gritos de apoyo a los miles de indígenas que se dirigían a manifestar su inconformismo por los acuerdos incumplidos en el marco de las mingas, pero también para ratificarles al país entero que “Pueden contar con nosotros para la Paz, nunca para la guerra”.
Personas de todos los estratos y condiciones se agolpaban a lado y lado de la vía para saludar y apoyar el colorido y vistoso desfile que se movilizaba en buses, camionetas, chivas, camiones y hasta motocicletas. La respuesta de los bogotanos y bogotanas, de otras regiones del país y a nivel internacional, se convirtió en el mejor aliciente para los miles de marchantes que no dejaban de entonar el himno de la Guardia Indígena Nacional y el Himno de la ONIC.
Frente a la Universidad Nacional, ícono de la protesta social en Colombia, miles de indígenas se sumaron a los manifestantes de varios sectores sociales que los esperaban para marchar hacia la Plaza de Bolívar, y fue a partir de ese momento que el grito permanente de ‘Para que florezca la Paz, Acuerdo Ya !!!’ no se dejó de escuchar.
El trayecto sobre la calle 26, en búsqueda de la carrera séptima, se constituyó en un rio multicolor y multiétnico que le reafirmó a la sociedad en general que la paz en Colombia no se puede construir sin el aporte ancestral de los 112 Pueblos Nativos que perviven en el territorio colombiano.
La respuesta espontánea de la ciudadanía, siempre entregando flores de diversos colores y agua a los marchantes se combinaba de forma mágica con los gritos de los Guardias y Semaneros Indígenas, quienes por momentos danzaban de forma alegre al ritmo de los grupos musicales provenientes de diferentes resguardos y comunidades participantes en el IX Congreso Nacional de la ONIC.
“La Paz no se firma, se vive, se cultiva”
Sobre la carrera séptima con la 26 de Bogotá, la manifestación se convirtió en la entrada triunfal de los más de cinco mil comuneros y comuneras indígenas quienes bajo la guía y custodia de la Guardia Indígena Nacional fueron nutridos con el reconocimiento de las otras víctimas al darle paso en el cordón de flores, a la par de la unísona consigna de ¡No están solos! ¡No están solos!
El recorrido hasta la Plaza de Bolívar, fue pausada en varios plantones entre arengas, cantos y danzas. Las sentidas y sinceras lágrimas de una madre de familia en la esquina de la séptima con calle 23, reflejaban la aprobación del pueblo colombiano hacia la noble manifestación de los miles de indígenas que saludaban y gritaban “Acuerdo firmado, Acuerdo respetado”.
Lo anterior fue reafirmado por un mayor del Pueblo Inga, quien de manera sabia le contestó a una periodista sobre su motivo para marchar: “Hoy marchamos para preservar la esperanza y la confianza en un mejor futuro para los indígenas de Colombia. La Paz no se firma, se vive, y nosotros queremos vivirla en nuestros territorios”.
‘Bienvenidos Hermanos Indígenas. Ustedes y los Estudiantes conseguirán la Paz’. La frase escrita en un acrílico que un mayor de edad sostenía sobre sus brazos en alto se constituyó en el mejor aliciente para los miles de marchantes que ya querían llegar al sitio de encuentro final.
Medios de comunicación del orden local, nacional e internacional registraban minuto a minuto de la triunfal entrada a la icónica Plaza de Bolívar. Paradójicamente, la directora de una Radio Cadena Nacional de noticias criticaba la actitud de los legisladores colombianos: “Mientras los senadores se peleaban y gritaban en el Congreso, en la calle la gente pide paz para Colombia”.
La Plaza de Bolívar, otrora del pueblo Mhuysca, con la llegada de la noche se vio totalmente abarrotada por más de 50 mil manifestantes, a pesar de que aún faltaban varias cuadras de manifestantes por arribar. El momento de la llegada al sitio de encuentro fue el mejor epilogo para el cierre de una jornada que puso a todos y todas a reflexionar sobre el futuro del país en materia de paz y reconciliación.
Una gran abrazatón con luces multicolores entre los manifestantes, se convirtió en el mejor marco para una escena donde el fondo musical que se escuchaba con orgullo las gloriosas notas del Himno Nacional de la República de Colombia.
La tarima de los Pueblos, con autoridades tradicionales y políticas, de cara a la Corte Constitucional y de espalda el monumento de Bolívar, clamando respeto por la Jurisdicción Especial Indígena y la remota de iconos propios, no fue fácil por la muestra de respaldo de la ciudadanía en general promovida por miles jóvenes #Acuerdo Ya! quienes manifestaron que “alzamos la voz y salimos a las calles de nuestros país a decirles a Colombia que queremos cambios… nos cansamos que otros decidan por nosotros, somos la generación de la Paz, por ello nos unimos y respaldamos a quienes con su ejemplo de lucha y tesón, con su coherencia de la palabra y acción permanente nos motivan a seguir en esta apuesta de la Paz Ya”, destacó uno de sus voceros en tarima.
Por su parte del Consejero Mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias Arias, agradeció a los estudiantes y a las víctimas por el recibimiento que le hicieron al Movimiento Indígena de la ONIC en Bogotá, e invitó a los que votaron por el No a reconciliarse y a darse cuenta que los del SÍ somos más y que vamos a seguir resistiendo y luchando por alcanzar la paz en nuestro país. A su vez envió un mensaje al presidente Santos para que Feliciano Valencia Medina, unos de los indígenas preso político de conciencia fuera declarado gestor de paz y exigió su libertad plena. Al Final declaró a Colombia como territorio de Paz y a continuar en resistencia pacífica por el Acuerdo Ya!
Luego de las ocho de la noche los más de cinco mil indígenas decidieron retornar su marcha hacia el Centro de encuentro de la IX Congreso Nacional de los Pueblos Indígenas, el colegio Claretiano de la localidad de Bosa, donde a ritmo de música del pueblo Embera los congresistas alimentaron el espíritu para retomar el día jueves, donde la plenaria de varias mesas temáticas siguen en la agenda, así como de reconocimiento y valoración de los ex presidentes de la ONIC; La aprobación de los mandatos, elección, posesión del
Consejo Mayor de Gobierno ONIC – 2016 – 2020.
Contacto:
Luis Fernando Arias Arias – Consejero Mayor ONIC: 3183501737
Lucho Acosta – Coordinador Nacional de la Guardia Indígena: 3218462803
ComunicaONIC: 3182174569 – [email protected] / [email protected] / www.onic.org.co