2021.05.12 Comunicado Diócesis de Quibdó.pdf
DIÓCESIS DE QUIBDÓ
Comunicado sobre el Paro nacional iniciado el 28 de abril del 2021
“Tenían todo en común… y nadie pasaba necesidad” (Cfr. Hch. 4, 32 – 34)
La Diócesis de Quibdó, en el contexto del actual Paro nacional, expresa sus reflexiones y llamados.
Reconocemos las motivaciones legítimas que han llevado a millones de colombianos a expresar en las calles y en otros escenarios la inconformidad con las situaciones de injusticia que se viven en el país. Ser uno de los países más desiguales del mundo, contar con cerca de la mitad de la población viviendo en la pobreza, tener índices vergonzosos de corrupción, y la certeza de que la sociedad de bienestar solo alcanza a limitados segmentos poblacionales, grupos económicos y sectores políticos, son razones suficientes para que la copa se rebozara. La reforma tributaria humillante e inhumana, propuesta por el gobierno nacional, ha sido el detonante de una situación asfixiante que se venía acumulando sobre las espaldas de un pueblo que ha tenido que soportar el peso de la exclusión social durante doscientos años.
Durante dos semanas hemos vivido diversas expresiones de ciudadanía en las que se conjugan motivaciones profundas, metas claras y fraternidad solidaria en las marchas pacíficas llevada sa cabo en diferentes municipios del país. Los jóvenes, los campesinos, los indígenas, las comunidades afrodescendientes, los empleados y desempleados y otros sectores, han decidido defender la vida, aun en el contexto de los riesgos evidentes a causa de la pandemia que azota a la humanidad, pero con la certeza de que la muerte también llega disfrazada de oportunidades negadas en los campos de la educación, la salud, el trabajo y la paz.
Rechazamos con firmeza los casos de evidente represión estatal violenta y abusiva, y la violencia por parte de extremistas radicales que creen que sin odio destructivo no hay logros sociales. Igualmente deploramos que, muy al margen de la protesta social, han estado presentes los intereses delincuenciales que acechan, a la sombra, como aves rapaces las legítimas protestas sociales.
Nos solidarizamos con el dolor de todas las familias que lloran a sus muertos, sus heridos y sus desaparecidos.
A pesar de nuestro apoyo a la movilización social pacífica, no hemos convocado a la feligresía a las calles de la ciudad de Quibdó, debido a la emergencia sanitaria que se vive en el departamento del Chocó por el aumento de los contagios, la falta de UCI y la debilidad en cuidados intermedios y de hospitalización en general. No obstante, apoyaremos desde diversos espacios los justos reclamos de la sociedad civil colombiana y la exigencia del disfrute y goce efectivos de los derechos de la comunidad chocoana, tradicionalmente víctima del abandono estatal, la corrupción y la violencia generalizada.
Ante los grandes retos que se nos plantean para lograr la garantía de los derechos sociales y económicos que se exigen, y la urgente necesidad de recuperar ambientes de normalidad para la vida ciudadana, exhortamos a fortalecer el diálogo y la búsqueda de acuerdos que nos encaminen hacia un país mejor.
- – Llamamos al Gobierno nacional a asumir con actitud de diálogo sincero las exigencias que se hacen desde diferentes sectores sociales. La poca disponibilidad al diálogo, la estigmatización de la protesta social y el uso excesivo de la fuerza, han dificultado el camino de la concertación. Debe aprovecharse esta oportunidad para poner en marcha transformaciones significativas en la vida de la sociedad. Un verdadero proceso de diálogo será especialmente receptivo con las necesidades y propuestas de los jóvenes.
- – Exigimos al Gobierno nacional la implementación del Capítulo Étnico del acuerdo final, con participación plena de la Comisión Étnica de Paz y la defensa de los derechos territoriales; la aprobación oficial e implementación del Acuerdo Humanitario, ¡Ya!; la implementación
efectiva de la Sentencia T-622 y el cumplimiento de los acuerdos con los comités cívicos de Quibdó, Buenaventura y Tumaco.
- – Pedimos a los manifestantes, evitar acciones extremas e intransigentes que terminan desgastando la protesta social porque causan daños a una gran parte de la población colombiana que, aunque simpatiza con su lucha por la reivindicación de derechos, se ve afectada en su salud, alimentación, trabajo y movilidad. Invitamos a suspender los bloqueos y a abrir corredores humanitarios.
- – A los liderazgos sociales los exhortamos a avanzar por el camino de la concertación y el realismo, para que los acuerdos se den en la perspectiva del bien común, pero sin radicalización en posiciones ideológicas y en intereses de otro tipo.
- – El pueblo colombiano espera que los órganos de control e investigación actúen de manera objetiva, independiente y eficaz en el esclarecimiento y judicialización de los diversos hechos de violencia por parte del Estado y de otros actores que han perturbado la expresión pacífica de las protestas.
- – La sociedad civil debe perseverar en la movilización social por las vías pacíficas, sin ceder nunca a la tentación de la violencia, pues son reprochables tanto la acción destructiva de los vándalos como la reacción armada de ciudadanos que practican, promueven o defiendan formas de paramilitarismo urbano.
- – La Diócesis de Quibdó, en comunión con la Iglesia católica colombiana, se solidariza con las víctimas de todos los sectores, invita a la oración por la paz y la justicia social, y renueva su compromiso con la construcción de una sociedad incluyente, pacífica y solidaria. Seguiremos acompañando a los jóvenes es sus sueños por un mejor país, y estamos disponibles para apoyar cualquier tipo de facilitación en los procesos de diálogo.
Quibdó, mayo 12 de 2021.
DIÓCESIS DE QUIBDÓ
Carrera 1 # 26-91 Barrio Roma. PBX (094) 6713813 Quibdó – Chocó