“Uno de pescador tiene lancha, motor, trasmallo, pimpinas y mucho chéchere que ocupa espacio… allá ¿donde mete uno sus cosas?”, insiste Helio. Sin gente, la zona de Baja Mar podría, según los planos, convertirse en 180.000 m2 de Malecón ‘higiénico’ donde los turistas verían el mar desde la ventana de su hotel.
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