Ante las acciones de guerra, las comunidades exigen Paz YA

PRONUNCIAMIENTO DE LA COORDINACIÓN REGIONAL DEL PACÍFICO COLOMBIANO-CRPC. Es evidente que los bombardeos indiscriminados en el municipio de Guapi del 22 de mayo pasado que dejaron 27 guerrilleros muertos, entre los cuales se encontraba un negociador de paz de La Habana, más que dejar trastabillando el proceso que lleva dos años y medio, sigue desplazando y confinando a las comunidades inermes. En Guapi están diciendo Basta. Es hora de firmar la Paz.

La Crisis Humanitaria

Posterior a los acontecimientos ampliamente conocidos se han continuado las operaciones militares en la zona de influencia del Consejo Comunitario de Alto Guapi, situación que ha dejado a varias comunidades en total confinamiento, lo que les imposibilita realizar sus faenas diarias de agricultura, pesca y minería.
Se ha presentado un desplazamiento masivo de tres comunidades (San Agustín, Las Juntas y Balsitas) al casco urbano de Guapi, la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Guapi registra que está prestando atención humanitaria de emergencia a 110 familias, 463 personas.
Es probable que aumente el número de personas desplazadas ya que algunas familias de otras comunidades están considerando salir de sus territorios, dada la angustia, zozobra, el confinamiento, los constantes sobrevuelos y el temor a las retaliaciones que los grupos armados puedan realizar.
El casco urbano de Guapi no se encuentra preparado para atender a la población desplazada. Se evidencian dificultades para atender de forma adecuada a la población ya que no existen albergues, son precarias las condiciones de los centros de salud y el sistema educativo ha visto interrumpida el normal desarrollo de las actividades académicas.  La administración municipal, el Vicariato Apostólico y fuerzas vivas de la cabecera municipal están realizando acciones conjuntas para atender la crisis.
Una gran porción de la población desplazada se encuentra en casas de familiares y amigos por la desconfianza en la institucionalidad del Estado para realizar las respectivas declaraciones como víctimas, esto ha limitado contar con un censo real y efectivo de la población afectada.
Recordamos que el Pacifico al ser escenario de confrontación y disputa, su población es víctima constante de violaciones a los derechos humanos, civiles y políticos y DESC. Se evidencia por el alto número de acciones violentas que siguen impidiendo a los pobladores vivir en tranquilidad, gozando efectivamente de sus derechos en su territorio.
El Gobierno colombiano ha emprendido acciones militares, pero no así en la materialización de los derechos de los pobladores, de manera que la situación en salud, educación, ingresos y vivienda de los pobladores afros e indígenas del Pacífico colombiano siguen ocupando los niveles más bajos comparados con las demás regiones del país. Se comprueba una vez más que es una política pública estatal la omisión de estos derechos.
La Coordinación Regional del Pacífico Colombiano -red de organizaciones etnicoterritoriales y de Iglesia católica del Pacífico-, se solidariza con el pueblo de Guapi, con el Vicarito Apostólico, con las organizaciones sociales y de manera especial con las víctimas que dejan estos actos de violencia. Expresamos nuestro rechazo total a cualquier acción que atenta contra la vida de los colombianos.
Los ruidos de la muerte roncan en nuestro Pacífico con los disparos de los fusiles, las detonaciones de bombas, ametrallamientos indiscriminados en municipios como Guapi, Tumaco, Istmina, Buenaventura, Quibdó, Medio Atrato, Riosucio, entre otros. Nos han arrebatado nuestros seres, han saqueado nuestras tierras, nos han desplazado, nos han torturado… Nuestra gente ya no puede habitar en sus casas, se duerme con desconfianza y se espera la muerte, pues muchos prefieren no desplazarse para no perder la dignidad que les arrebata un Estado miserable, que los pone a mendigar migajas en largas filas, pues le ha apostado a la guerra pero no a la convivencia pacífica y a la justicia social.
La esperanza de la Paz

Queridos amigos nuestra esperanza es grande como los bosques, ríos, ciénagas, esteros, manglares y como el mar Pazcifico, a pesar del dolor por la adversidad, reafirmamos nuestros continuo respaldo y apoyo el proceso de Paz y a un inmediato cese bilateral del fuego, pues las balas que disparan uno y otro bando, y las bombas que destruyen vidas de colombianos y la naturaleza a su alrededor son fabricadas por los mismos empresarios y países mensajeros de muerte.
Respaldamos plenamente el comunicado del día 26 de mayo de 2015 de la sociedad civil del municipio de Guapi, y solicitamos que se atiendan las exigencias y demandas estipuladas allí.
Al presidente Santos y sus generales que los muertos no son cifras para subir encuestas, y seguirle el juego a la derecha que se opone a los diálogos de paz.
A la comunidad internacional seguir apoyando y respaldando todas las iniciativas de paz, como la que se desarrolla en La Habana, pero también las iniciativas regionales y locales que los pueblos del Pacífico impulsamos desde hace varios años.  Que realicen un mayor seguimiento a la problemática de violación de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que se está presentando en la región del Pacífico.
Este jueves 28 de mayo, la población de Guapi se movilizó con una marcha pacífica en favor de la vida y rechazo a la muerte. Este pueblo no quiere ni una víctima más. De esta manera inician con la declaratoria de su territorio como un espacio de Paz, una iniciativa que también respalda y acompaña la Coordinación Regional del Pacífico
Un saludo fraterno con la esperanza de un nuevo amanecer Pazcifico.
 Guapi, 28 de mayo de 2015

COORDINACION REGIONAL DEL PACIFICO COLOMBIANO

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