Icopor: te aborrezco

https://www.google.com.co/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0CAcQjRxqFQoTCI-f7onT8cYCFQKNDQodqGIEHg&url=http%3A%2F%2Fikoportex.galeon.com%2Fproductos2569423.html&ei=EROxVc_SNYKaNqjFkfAB&bvm=bv.98476267,d.eXY&psig=AFQjCNEj15owjwTBaHsWuJzP7J5Df3ysGQ&ust=1437754504201395Gran alegría me dio, asqueroso plastoformo, saber que te habían prohibido en Nueva York. Sin duda comenzará a reducirse drásticamente esa cifra de 25 mil millones de tazas de café compuestas de tus pestilentes estirenos y desechadas anualmente por los estadounidenses.

Con Nueva York son ya más de cien las ciudades que, como yo, te han declarado indeseable. Eres un enemigo tan odiado como los miles de millones (miles-de-millones) de bolsas plásticas que se arrojaron al relleno sanitario —¿no alude a la salud el término sanitario?— durante este año. Y a pesar de que Miami Beach también te ha desterrado en lo que concierne a comestibles y bebidas, Barranquilla (donde hacemos lo que Miami ordene) sigue acogiéndote con el fervor de la fe en el progreso. En la Olímpica, en donde hago mi mercado, siguen empacando los champiñones en bandejas. Y como no quiero utilizarte, llevo años sin darme ese gustico pues de nada sirve desempacar la comida que viene entre tus infladas y ponzoñosas moléculas y dejar el recipiente en el supermercado. Además, aunque los fabricantes juren que eres inocuo, se sabe que el estireno y otros de tus tóxicos componentes se transmiten a la comida que está envuelta en Poliespan, especialmente cuando hay calor que le abra el poro. Y veo que es cada vez con mayor ímpetu que los Char envuelven verduras y maíces desgranados y pollos y pescado en recipientes de tu infecto corchopan. ¿De dónde saca nuestra adoctrinada mayoría la creencia de que el icopor es sinónimo de higiénico?

Y así no fueras venenoso, telgopor inicuo que no inocuo, es imposible reciclarte de manera apropiada como no sea quemándote —mala idea, por cierto—. Por eso te extraditarán de Nueva York. El espacio que ocupas en los rellenos sanitarios es enorme y transportarte hasta ellos es costoso, pues eres un inflado. Como si fuera poco, cuando llegas al mar y los peces y pájaros marinos te toman por comida, causas problemas graves, poroplás asesino.

¿Que eres barato y no tienes competencia? Te equivocas. Disponer de tus usadas moléculas sale caro a las ciudades y al planeta. Pudimos vivir sin ti miles de años. Podemos ahora reemplazarte por empaques de cáñamo, por ejemplo, o por los cartones reciclados y reciclables, o por cualquier otra solución creativa digna de un ser humano con un mínimo de conciencia planetaria.

¿De dónde acá tanto enamoramiento de la especie por tus expandidas moléculas de petróleo y por tu primo el plástico común? Misterio. Somos sin duda unos suicidas y nos han manipulado los dueños del planeta hasta llevarnos al abismo. ¿Cómo explicar (por mencionar hechos sencillos) que en el reciente informe del BBVA sobre la Alianza del Pacífico les parezca que «con respecto a los sectores productores de bienes intermedios y de capital, el sector de plásticos y sus manufacturas ha resultado identificado en los cuatro países de la Alianza (Chile, México, Perú y Colombia)» como de gran potencial? Al lado, claro está, de la producción de fungicidas e insecticidas en la que Colombia podría participar con enorme alegría comercial. ¡Yupi! Produciremos los plásticos y los tóxicos que el planeta necesita. Quizás no solo no te prohibiremos, icopor odiado, sino que constituiremos el último reducto en el que el globo pueda producirte. Y yo me voy a comer champiñones a la selva.

Por: Ignacio Zuleta, El Espectador, 13.07.2015
http://www.elespectador.com/opinion/icopor-te-aborrezco

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