Luego de recorrer largos caminos por fin nos dimos cita en Java Liviana, nuestra casa en Cundinamarca; para celebrar el Encuentro Nacional de Experiencias de Formación Indígena, los espíritus nos permitieron que los días 22 y 23, alrededor de la palabra compartiéramos pensadoras y pensadores llegados de diferentes departamentos del país: Antioquia, Cauca, Cesar Chocó, Huila, Meta, Guajira, Risaralda, Tolima… Con voces de colores diversos configuramos un escenario de pensamientos y sentires que nos permitieron entre todos y todas desenredar nuestras experiencias y el tejido en torno a la pedagogía indígena y las propuestas formativas en nuestros territorios.
Los tiempos para deliberar fueron cortos, por momentos nos frustraba no poder dar rienda suelta a nuestras palabras para compartir todo lo que la pregunta por lo pedagógico indígena nos provocaba; sin embargo, finalmente logramos un equilibrio entre el dar lugar a nuestras propias voces y el tiempo para escuchar las experiencias y propuestas de educadores y educadoras indígenas. Por dos días circuló en el espiral de la formación indígena visiones y enfoques pedagógicos indígenas.
El punto de partida de nuestra espiral de pensamientos fue ubicar en el territorio colombiano las escuelas y experiencias de formación que conocíamos, sobre ellas conversamos sobre el contenido, con quiénes se realizan, las metodologías y enfoques pedagógicos que están presentes y también logros y dificultades… aunque teníamos la sospecha de que la riqueza era enorme, lo que evidenciamos en las mesas de trabajo, en el compartir, en los diálogos formales e informales fue sorprendente y nos llenó de esperanzas.
Se dinamizan experiencias y se conceptualiza la práctica, pedagogas y pedagogos indígenas nos compartieron sus reflexiones y conceptualizaciones y sobre ello se generaron espacios de debate que nos permitieron finalizando el encuentro, plantear algunas propuestas para este espacio de encuentro y para la experiencia de formación en nuestras comunidades.
Estuvo en el debate la visión de pedagogía indígena, el SEIP, la formación en escuelas de mujeres y de comunicación, entre otros temas; estuvimos de acuerdo de que si bien son muchos los avances y los caminos recorridos en la formación indígena es indispensable seguir profundizando en lo que tendría que ser una formación que fortalezca nuestro Plan de Vida y que realicemos plenamente el Buen Vivir para toda nuestra gente.
PARA SEGUIR TEJIENDO LA PEDAGOGÍA INDÍGENA PROPONEMOS:
Socializar y compartir en nuestros territorios y en encuentros continuos y desde la oralidad, este encuentro y las perspectivas que de él proyectamos.
Avanzar en la articulación entre las escuelas de formación, intercambiando, saberes, rutas, metodologías, pedagogías,…
Realizar extensos mambeos, rituales, armonizaciones a la apuesta política, organizativa, económica y administrativa de nuestras organización y las iniciativas de formación.
Privilegiar intercambios de saberes y prácticas entre procesos: pasantías… , más que encuentros, es llegar a los territorios, a la práctica en los territorios.
Avanzar hacia la concreciones de Planes nacionales de formación. Planes y presupuestos.
Fortalecer la EFIN en su estructura y quehacer en la ONIC, como una estrategia articuladora de experiencias y saberes entre los pueblos indígenas en un tejido que dialoga con otros pueblos en una perspectiva intercultural.
Articulación – ¿quién tiene la cabeza? ¿EFIN? Importante estructurar cómo se va a hacer, nos une el dialogo de saberes – para hacer el tejido, no solo entre nosotros, hay que transcender y hacerlo con otras culturas.
Promover el Encuentro de experiencias de escuelas a nivel suramericano.
Fortalecer la experiencias de formación con mujeres y jóvenes.
Promover espacios de encuentros de la EFIN en las regionales y macro-regionales.
Nota de Janneth Lozano Bustos / Acompañante EFIN.