Más de 70 organizaciones civiles, en representación de las comunidades étnico-territoriales, campesinas, indígenas, Lgbti, mujeres y defensores de derechos humanos del Chocó suscribieron este viernes la “Propuesta de acuerdo humanitario ¡Ya! En el Chocó”, que exige a la mesa de negociaciones de Gobierno y el ELN acelerar el cese al fuego para detener las continuas violaciones al Derecho Internacional Humanitario en la región.
De estas múltiples violencias que denuncia el documento, muchas han emergido fruto de problemas estructurales que se han acrecentado con la salida de la presencia armada de las Farc.
Es el caso de la nueva disputa territorial entre el frente de guerra occidental del ELN, que opera en la regiòn, y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). O las prácticas de cultivos ilícitos y minería ilegal que “van en detrimento de las comunidades negras e indígenas, de su identidad cultural, particularmente en las propiedades colectivas y del medio ambiente”, asegura el documento.
La reconfiguración del mapa y los actores del conflicto, luego de que las Farc desaparecieran como grupo armado de territorio chocoano, sigue dejando como resultado las violaciones contra mujeres y comunidades Lgbti, así como los asesinatos y desaparición forzada de población y líderes de la región tampoco han cesado, denuncia también el documento.
“Es un hecho que los niveles de violencia han bajado tremendamente en Colombia”, aseguró Martín Santiago, coordinador residente de la ONU en Colombia. Pero agregó: “tenemos que focalizarnos donde todavía hay esas condiciones de violencia en el país”, pues según el mismo representante “no puede haber avances en la construcción de paz, sino hay avances en la agenda de desarrollo”, si se quiere tener transformaciones en los problemas estructurales del país entero y de la región en particular.
Roberto Meléndez, jefe de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA), aseguró que la guerra es un tragedia humana multidimensional “social, económica, cultural ambiental y política que alcanza en su mayoría a los pueblos más vulnerables, discriminados y desprotegidos”. Agregó además que la paz, más allá de ser una exigencia como derecho o de nuestra Constitución “es un imperativo moral”.
Líderes sociales de la región y representantes de las organizaciones coincidieron en afirmar que la importancia de este acuerdo suscrito, que será llevado a la mesa de negociaciones en Quito, es que nace de la organización y voluntad del pueblo.
Por ello, en lugar de ser las negociaciones de Quito la oportunidad de la población para expresar su preocupación en torno a las distintas problemáticas de la región, es esta exigencia del pueblo chocoano la oportunidad del Gobierno y el ELN para avanzar y terminar la tragedia que ocurre hoy en el tercer departamento más golpeado por la violencia, después de Cauca y Antioquia, según la Procuraduría del Chocó.
“El gobierno tiene toda la voluntad política de llegar a un acuerdo con el ELN”, aseguró Juan Mayr, exministro de ambiente e integrante del grupo de negociadores del gobierno colombiano, presente en Quibdó en la presentación del acuerdo. Además se comprometió a llevar a la mesa de negociaciones en Ecuador “este enorme aporte, ya que en Quito se está discutiendo en este momento el cese bilateral de fuego y de hostilidades”.
Por su parte Juan carlos Cuellar, gestor de paz del ELN, también presente ayer en el evento, dijo que dicha organización “está interesada también en acabar con este conflicto. Pero creemos que este no se acaba solo con el silenciamiento de fusiles, sino también con la transformación de las razones que nos llevaron precisamente al alzamiento armado”.
Fuente:
http://www.elespectador.com/noticias/nacional/choco-no-aguanta-un-plomazo-mas-procurador-del-departamento-articulo-708986